El angosto desfiladero, horadado por la acción de las aguas del arroyo El Cauce durante millones de años, tiene zonas con una anchura que apenas llega a los dos metros. En las cumbres anidan más de 100 parejas de buitre leonado.
Una serie de puentes y pasarelas permiten recorrer la garganta en un sugerente paseo (600 metros), sobre cascadas y pozas. La bajada y salida se efectúa junto a las entradas de los dos túneles de la Bu-991 Silos-Caleruega, a 3 kilómetros de Silos.
La villa de Santo Domingo de Silos se alza en torno al monasterio benedictino del siglo X. Su casco urbano es un ejemplo de belleza, armonía y casas blasonadas que recuerdan su riqueza y nobleza.
El embrujo de Silos está en su claustro románico en el que se respira la paz y la armonía. Al recorrerlo se siente uno invitado al recogimiento y a la reflexión aunque no sea creyente. Todo un mundo de sueños e imaginación se plasman en el claustro, capiteles bellamente grabados, alto relieves impresionantes que adornan las esquinas del claustro, un juego de columnas y de luz filtrándose a su través, un techo de madera policromada, un ciprés en el interior del recinto del claustro que parece elevarse hasta el cielo... no falta ningún elemento para convertir el claustro en un lugar impresionante y sobrecogedor.
Villa milenaria situada junto al río Arlanza, fue fundada en el año 978 por el conde García Fernández, prospero bajo el cuidado de sus señoras abadesas:
-> Doña Urraca, la hija del conde fundador, cuya trágica muerte se envuelve en la leyenda del torreón medieval.
-> Otra Urraca, hija de Fernando I y doña Sancha, quien en el año 1148 otorga los fueros a la Villa. El recinto urbano, con restos de la antigua muralla, tiene un
singular interés y constituye uno de los mejores exponentes de la arquitectura popular en España.
Ex colegiata de San Cosme y San Damián Construida sobre otra anterior románica,
la iglesia actual, gótica, fue comenzada en 1474. De elegantes proporciones y planta de cruz latina, con tres naves y crucero, acoge entre sus muros los panteones de numerosas familias ilustres de la
villa. Ante el altar mayor descansan tres infantas abadesas, y en el presbiterio el conde Fernán González y su esposa doña Sancha, esta última en un bello sepulcro hispanorromano del siglo IV. El
retablo principal es barroco y el órgano, de magníficas sonoridades, es del siglo XVII.
En el claustro, construido en los primeros años del siglo XVI, está el sepulcro gótico de la infanta Cristina de Noruega, primera esposa del infante Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio. El Museo ofrece una riquísima y completa variedad de piezas de arte sacro: capiteles románicos, tablas de Berruguete, Van Eyck; orfebrería del célebre maestro Calahorra, ropas litúrgicas de los siglos XVI al XVIII y el extraordinario tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, magnífica talla de finales del siglo XV o comienzos del XVI, de autor desconocido.
En este pueblo, Félix Yáñez ha recreado plazas, soportales, puentes, corrales, etc., que a lo largo de su recorrido muestran diferentes tipologías constructivas de fachadas e interiores tradicionales, con empleo de los materiales habituales en la zona, como la madera de enebro, piedra, revocos, carpinterías de madera, balcones, soportales y cantos rodados. Esta recreación se encuentra asociada al taller artesanal del escultor y recrea a modo de decorados, diferentes elementos típicos empleados en la construcción de pueblos castellanos, es en definitiva, una muestra a escala, del hacer tradicional en la edificación en el medio rural.
La villa Ducal esta presidida por el Palacio Ducal, y por la iglesia colegial de San Pedro, en torno a los cuales se abre una ancha plaza porticada y varios conventos de otras tantas órdenes religiosas que dan a Lerma una fisonomía de villa conventual y cortesana. Parece como si nos hubieramos trasladado a una villa del siglo XVII.
A unos 10 Km de Lerma, en la carretera que la une con Santo Domingo de Silos y a la altura de Castrillo de Solarana, se abre una pista de tierra que se dirige a una ermita en pleno monte, allí hay un enorme bosque de sabina álbar. Estos árboles tienen un tronco grande retorcido, parece atormentado por la edad, transmite quizás la sabiduría del anciano, sus formas impresionan.
Peñaranda de Duero, en la provincia de Burgos, es una hermosa villa de casco medieval, que destaca por su importante conjunto monumental. El castillo domina este pueblo. En las calles de Peñaranda se suceden los palacios, templos, colegiatas y casonas renacentistas y barrocas. Junto a su pintoresca plaza Mayor se encuentra uno de los edificios más sobresalientes de la localidad, el palacio de los Condes de Miranda.
Clunia Sulpicia fue una ciudad romana fundada por Tiberio sobre un cerro de la zona sureste de la actual provincia de Burgos (junto a las actuales Coruña del Conde y Peñalba de Castro). Llegó a contar con 50.000 habitantes en su máximo apogeo que empezó a declinar en el siglo III con las invasiones bárbaras para quedar despoblada en el siglo V.
En Clunia conoció Servius Sulpicius Galba la muerte de Nerón, lo que propició su nombramiento como emperador. Desde entonces Clunia pasó a llamarse Clunia Sulpicia.
El teatro de Clunia -de tiempos de Tiberio- está excavado en la roca aprovechando una de las laderas del cerro sobre el que su ubica la ciudad y pudo albergar unos 9.000 espectadores.
Como otras ciudades romanas, las ruinas de Clunia fueron expoliadas durante siglos como cantera para nuevas edificaciones, En este sentido recordamos que la ermita del Santo Cristo Coruña del Conde tiene en sus muros diferentes piezas romanas del yacimiento de Clunia.
Entre las ruinas mejor conservadas en Clunia, tenemos el foro municipal con sus edificaciones civiles, las termas, el mercado y tres casas (Domus de Taracena, Domus nº1, Casa Triangular)